El
escritor Arturo Pérez-Reverte se adentra en el mundo del graffiti en su nueva
novela, 'El francotirador paciente' una novela que Pérez-Reverte ha escrito en
menos tiempo que otras suyas porque, desde 'El pintor de batallas', tenía en la
cabeza el tema del arte urbano y del grafiti, que conoce bien "por razones
personales".
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPRbNF4byyTjKn6vXGH8SmUCF0nzxaiER5zsCXL-EteSasUPZvOZwd8rl5-sx6Lcm_TaG0F-XgGTGdnQvJYvjzY2Mb81KG8F8rieKs2X2DdD1tBFXJg1fK8Y52jc53SLvLpgLHJRAcdfXu/s1600/arturo-perez-reverte.jpg)
La novela está protagonizada por Alejandra Varela, especialista en arte urbano,
a la que un editor de renombre le encarga que localice a Sniper, un grafitero
famoso del que casi nadie ha visto jamás el rostro ni conoce el paradero.
"Pinto para que sepan cómo no me llamo", era una de sus frases
preferidas. Sniper, "una mezcla de Bansky y Salman Rushdie", dice el
autor, es admirado por los grafiteros de medio mundo y muchos de ellos secundan
las acciones callejeras que promueve, que a veces son "graves,
destructivas, peligrosas". La protagonista viajará de Madrid a Lisboa, y
luego a Verona y a Nápoles para tratar de localizar a Sniper y averiguar cuál
es el objetivo al que apunta la mira mortal del cazador solitario. Hay también
"dos malos muy revertianos" en esta novela de ritmo trepidante y de
intriga, que encierra más de una sorpresa para el lector.
El grafitero "no es una persona que pinta por pintar. Lo hace por ganarse
una reputación en un mundo de reglas y códigos muy estrictos y muy conocidos,
que además se arriesga. Hay héroes y villanos, delatores y cobardes en ese
mundo, mucho más complejo de lo que parece a simple vista", indica
Pérez-Reverte, quien no conoce "ninguna otra novela" sobre este tema.
No hay un perfil definido de los grafiteros. "Son muy diferentes, pero a
todos les une la calle. Hay artistas muy buenos de verdad; otros son pésimos.
Algunos en el futuro quieren ser algo, otros no quieren ser nada".
"Me decía uno: yo es que no quiero exponer. En un museo compites con
Picasso, y en la calle compites con el cubo de la basura y con la guardia que
te persigue. Pero en la calle eres libre", recuerda el escritor, que, al
preparar esta novela, ha participado en algunas acciones de arte callejero y ha
sentido "la tensión" y el peligro propios de esas actuaciones. Casi
como en sus años de reportero de guerra. Pérez-Reverte conoce "muy
bien" el arte moderno y asegura que en ese mundo "hay
infiltrados". En su nueva novela el escritor critica ciertas
manifestaciones del arte actual y menciona a artistas a los que admira
"mucho" y otros a los que "no" respeta.
ElComercio.com
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